El Gauchito Valentín

Ayer, martes 10 de noviembre, se celebró en nuestro país el “Día de la Tradición”. Fecha en que se conmemora el nacimiento de José Hernández, autor de una de las obras más destacadas de la literatura argenta, “El Martín Fierro”.

Y esta celebración tiene su historia. La fecha para celebrar este día fue establecida desde hace varios años, más precisamente desde 1939, cuando el Congreso aprobó la Ley Nº 4756, reconociendo el pedido de la “Agrupación Bases”, que expresaba las ideas del periodista y poeta costumbrista Francisco Timpone, para homenajear y celebrar las tradiciones gauchas en la Provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, fue más tarde con la Ley Nacional N° 21.154 de 1975, cuando ya de forma definitiva se consagró aquella fecha conmemorativa para todo el territorio argentino.

Sin dudas que, con los tiempos que corren, mantener vivas las tradiciones es un desafío constante para todos los pueblos. La globalización y sus procesos acelerados hacen que la cultura de un lugar se vaya transformando constantemente. La era de la digitalización que atravesamos parecería licuar ciertas costumbres, valores y actitudes. Sin embargo y, sin desconocer el impacto real que esto genera, consideramos que no se trata de un desplazamiento de una cosa por otra. De lo malo por lo bueno o viceversa.

Vivimos un tiempo de convivencia global, en donde “refrescar” o mantener las tradiciones nos enseña como pueblo quienes fuimos y quienes somos. Nos pone en un proceso de aprendizaje contante en donde las pautas de convivencia son la clave. Por eso, y para que estas líneas no queden vacías de contenido, queremos compartir con ustedes la historia de Valentín, un niño de 8 años, vecino del Barrio Parque de nuestra ciudad que, a su manera, festejó el “Día de la Tradición”.

El particular festejó de Valentín comenzó a conocerse ayer por la noche a través de las redes sociales. Sin embargo, no fue hasta hoy a la mañana cuando los conductores del programa radial “Buenos días para todos” que se emite por FM 88.1 San Justo Radio “La Radio de Molinas”, entrevistaron a Valentín y a su mamá, Carolina.

En la entrevista, Carolina comentó que Valentín tiene un profundo amor por nuestras costumbres, tiene sus pilchas gauchas, y con profundo orgullo lleva siempre los colores de la bandera argentina a donde va.

Tanto la mamá como el papá apoyan a Valentín en todo lo que se propone y es por eso que este año el festejo por el “Día de la Tradición” fue muy particular.

Corolina le preparó a Valentín varias tortas fritas que el pequeño gaucho no dudo en salir a repartir entre sus vecinos del barrio. Casa por casa, iba tocando timbre e invitando gratuitamente con una torta a cada vecino o transeúnte que cruzaba. Lo hacía con una sonrisa y saludándolo efusivamente con un ¡Feliz día de la Tradición!

Muchos vecinos miraban con agrado el comportamiento de Valentín, en tanto que otros, ante la sorpresa quedaban atónitos.

Luego de recorrer el vecindario, “el gauchito de Barrio Parque” se instaló en un autoservicio de la cuadra (propiedad de la familia) y allí mesita o mejor dicho “mostrador de ramos generales” mediante, entregaba a todos los que salían del comercio o pasaban por la vereda una torta frita, siempre con respeto y con el deseo de ¡feliz día! acompañado de una sonrisa.

Un dato interesante, en el testimonio radial del niño, fue que hace unos días festejó “Halloween”, pero no lo hizo por una devoción a la cultura anglosajona, lo hizo con la inocencia y la alegría de un niño que, a su edad, y al igual que algunos amigos buscan dulces o se divierten con los disfraces de dicho evento.

Lo maravilloso de este testimonio es que: jugar, participar o convivir con otras culturas, no hacen que uno pierda el rumbo o se mueva 1 centímetro del amor por sus costumbres y tradiciones.

Seguramente, al igual que Valentín, hay muchos niños y niñas que día a día sueñan con un mundo mejor y quizás, sin saberlo, con pequeños gestos estén logrando mucho más de lo que podemos imaginar.  

Aprendiendo a convivir las tradiciones se refuerzan, no se pierden.

“Hay hombres que de su cencia

tienen la cabeza llena;

hay sabios de todas menas,

mas digo, sin ser muy ducho,

es mejor que aprender mucho

el aprender cosas buenas.”